jueves, 22 de febrero de 2018

EN BUSCA DE UN PERSONAJE


EN BUSCA DE UN PERSONAJE


El 18 de Noviembre de 1987, una práctica militar genera escenas aterradoras en el Kurdistan. Más tarde, el 26 de octubre de 1989 en Francia, a un arqueólogo jesuita le contaban sobre la existencia de unas ruinas misteriosas en el Oriente Medio, que habían sido reveladas durante la acción militar dos años antes. Paralelamente, en aquel octubre se celebraba en Nueva York la conclusión del primer ciclo del programa de concursos de la NBC "En Busca de un Personaje" donde el productor y sus colaboradores festejaban haber culminado con la elección del mejor astrólogo del mundo, el cual fue el primer concurso internacional con el que se fundó el exitoso programa que daba en premio un millón de dólares.

Entre los colaboradores, una pareja de periodistas que vivía una difícil relación amorosa, sale de vacaciones a sus respectivos países de origen él al Líbano y ella al Perú. Al igual que todos los colaboradores del equipo de producción, llevan la misión de buscar concursantes para el próximo ciclo del programa que consistiría en elegir el mejor mago del mundo.

Él, al llegar a Beirut, conoce a un primo que lo invita a participar en una expedición arqueológica hacia Irak, la cual había sido programada sobre la base de los datos que le habían suministrado en París. Ella, por su parte, va al Perú, a Ayacucho, donde vive su familia. Y en medio de un ambiente lleno de dolor y desasosiego, producto de la guerra de guerrillas y el narcotráfico, va rememorando su infancia a la vez que busca su cometido: un personaje para el programa de televisión.

Después de interesantes aventuras e intrigas, persecuciones y escapes por el Medio Oriente, Europa y Suramérica, cada uno retorna a Nueva York con importantes hallazgos. Sobre todo ella, quien trae un personaje singular, que llega a impactar a quienes lo conocen y logra conmocionar a todo el mundo, centrando el interés del público y de los medios de comunicación.

Comentarios literarios de J.E. Chejin


Comentario de J.E. Chejin sobre la novela“Memoria de mis putas tristes” de Gabriel García Márquez.


El personaje es el Yo Universal y hasta existencial del autor. Un yo centrado en el cuerpo y un yo diluido en el ambiente de su vida cotidiana, lo cual se refleja en la minuciosa implicación del medio en la existencia del hombre.

Es un estado de conciencia de quien se enfrenta a la desventajosa situación de competir fuera de forma en un terreno donde antes era sobresaliente, soportando la frustración y el miedo de cotejar sus capacidades y deseo interior de amar con las limitaciones del cuerpo envejecido.
Es el reflejo reivindicador del amor que sorprende con sus visos inocentes, el alma enclaustrada por las costumbres y los prejuicios, haciendo fácil y hasta cómico el final del camino hasta llegar a la muerte.

Las mujeres de este libro, son el amor posible, que no se niega, y por el cual, quizás, como putas, estaban simbolizados. Pero en esencia Delgadina es el amor inocente y puro hasta el punto que no se niega y que es posible, redimiendo el alma desenfrenada de quien la ama.
El autor hace confluir en la madurez de su vida y de su obra, y al final de la historia: que el amor puro y virginal consigue su camino y se entrega pleno al amor corto, el cual parece pertenecer legítimamente.

Para todo ello, el escritor a maximizado las variables. Nuestro actor masculino, es de noventa, una edad cuestionable para amar, para amar sexualmente, para tener la habilidad de sostener una relación sexual, una edad socialmente cuestionable para iniciar una relación con una mujer. Con una mujer joven, no sólo joven, adolescente, en la etapa de transición entre la niñez y la pubertad, con las primeras manifestaciones de sus signos sexuales.

Es una relación cuestionable por las distancias de la edad, por la mucha inocencia y la mucha experiencia de los actores. Por una chica, que socialmente no sabría que hacer y un anciano socialmente enfermo por el placer. Entonces, el personaje central, el amor, los redime. Como todo acto sentimental legítimo los sorprende y finalmente los conjuga en un solo ser: están enamorados. 


▪J.E. Chejin.






Biografía.

''Jesús Eduardo Chejin'' (Barinas, 09 de Abril de 1995) es un psicólogo, fisiólogo, bioquímico y escritor venezolano. Se inició en la escritura creando guiones de teatro durante su adolescencia. Con cinco libros publicados, es conocido por tratar en sus novelas los problemas universales del hombre (la reencarnación, la vida, la muerte, la moral...) así como la historicidad de Jesús.

Estudió Psicología en la Universidad Católica “Andrés Bello” en la ciudad de Caracas, graduándose en la Promoción 78. Posteriormente se especializó en Fisiología y Bioquímica en la Universidad Central de Venezuela, egresando en la promoción 82.


Ha publicado trabajos científicos en las áreas de Psicología y Fisiología. Fue Profesor de Psicología Experimental y Psicología Diferencial en la Universidad Católica “Andrés Bello”. 

Las primeras inquietudes literarias del autor estuvieron enmarcadas dentro de la creación teatral, escribiendo guiones a los quince años, lo cual derivó hacia cuentos y novelas cortas. Más adelante durante su vida universitaria hizo una pausa en la creación, durante sus estudios de psicología primero, y en ciencia después, acompañado del ejercicio docente, hasta que decide enmarcar su vida en lo que ha llamado la principal de sus vocaciones, que no a sido otra sino la de ser un escritor.

Su formación académica la ve en función de esta meta, como un accesorio de lo fundamental que es para él la escritura. Siempre a dicho que lo que estudio estuvo en función de ser un creador literario y nunca el que la escritura fuese una consecuencia de la academia, aun cuando esta formación define su perfil literario.

Un Hombre Sin Edad llega a Venezuela.

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